Cuando exploramos empresas para invertir en ellas todos sabemos que existen multitud de datos, ratios, etc. que analizar a la hora de decidir si vale la pena o no el riesgo de poner ahí nuestro dinero. Pero pensemos una cosa, si los datos que podemos encontrar en internet fuesen la clave de la inversión sería muy fácil crear un programa informático que ordenase todas las acciones del mundo por los dos o tres ratios más significativos y …voilá! a meter dinero en las primeras de la lista y hacernos millonarios.
Desgraciadamente, la realidad dista mucho de ser tan abarcable con los fríos números de cuentas de resultados y balances. Lo cierto es que la inversión tiene mucho de arte. Hay aspectos que pueden marcar el éxito o fracaso de una inversión que no van a estar recogidos en las fichas de las empresas por muy completas que sean. Por este motivo, estrategias similares a la que exponía en el párrafo anterior se intentan una y otra vez y no consiguen dar con la piedra filosofal de la inversión. La razón es que no es posible invertir bien sin tener en cuenta aspectos como estos:
- ¿Está la empresa en un sector megatendencia (salud, medioambiente, mascotas, digitalización, etc..) o en un sector que tenderá a ir a menos?
- ¿Habrá hueco para esta empresa y sus productos dentro de 20 años?
- ¿Enamoran los productos de esta empresa?
- ¿Se trata de un sector injustamente olvidado por cualquier motivo?
- ¿Tiene un equipo directivo fuera de lo común?
- ¿Está la sociedad preparada y necesitada de productos o servicios como los que está proporcionando esta empresa?
- ¿Es fácil o difícil copiar lo que esta empresa hace?
- ¿Es escalable?
- ¿Es un líder claro en su sector?
Ejemplo: Durante los primeros meses de 2020 cuando la epidemia golpeó al mundo pensé en comprar acciones de Amazon. Fui a una página de info empresarial (tales como seekingalpha o marketscreener), me encontré con un PER muy elevado y descarté la compra. Error. No tiene sentido exigir a una empresa que crece fuertemente y que es líder en su sector un ratio precio/beneficio en linea con, digamos, una suministradora de gas o electricidad. Una sencilla consideración de los aspectos cualitativos de Amazon, en especial cuando nos esperaban meses o años de tiendas cerradas, habría mostrado un potencial brutal. No hace falta decir que la acción se disparó a lo largo de los meses siguientes.
Naturalmente que hemos de mirar los números de cualquier empresa que estemos considerando adquirir. El error es mirar únicamente los números.
NOTA: En aquella ocasión lo que iba a ir a Amazon finalmente fue a un ETF de Digitalización que también fue muy bien pero eso no exculpa mi error de valoración.
CONSEJO: Además de mirar las cifras habituales de valoración de una empresa para asegurarnos que no adquirimos una compañía con problemas o con valoración disparatada resulta igualmente importante cultivar nuestro sentido común y “artístico” y preguntarnos por la parte cualitativa de la posible inversión.
Error 8. Centrarme en España
Si bien a la hora de seleccionar empresas para invertir es sensato considerar en primer lugar empresas que conozcamos bien y puesto que las españolas nos resultan más familiares, podríamos pensar que ese debiera ser nuestro principal nicho. Seria una forma de “zapatero a tus zapatos”. Aunque hay algo de cierto es esto (que podemos tener una ventaja de conocimiento al invertir en empresas del país) la realidad es que no ha funcionado demasiado bien en la última década y tampoco tiene aspecto de hacerlo en la próxima. Los motivos que soportan estas afirmaciones serían estos:
- Las empresas con matriz española suponen un muy pequeño subconjunto de todas las empresas del mundo.
- España no está teniendo ni se le aventura un desempeño tecnológico o empresarial demasiado brillante. No digo que no haya muy buenas empresas en nuestro país (que las hay) pero el entorno no es especialmente propicio para su crecimiento (gran regulación, impuestos crecientes, población en acelerado envejecimiento, extendida cultura anti empresa, etc.).
- Europa en su conjunto está muy lejos (y cada vez más) de ser el centro del mundo que un día fue.
- La globalización nos permite disfrutar de productos y servicios provenientes de todo el mundo de manera que conocemos muchas más empresas que las que tienen su sede aquí.
CONSEJO: En el pasado invertir en otros mercados no era posible o resultaba dificultoso y caro. En la actualidad ya no es así y prácticamente cualquier broker incluso el de un banco generalista te da acceso a los principales mercados del mundo a costes no muy distintos a los de invertir en el mercado español. Por tanto ¿por qué cerrarse únicamente a un pequeño rincón del mercado cuando podemos acceder a todo él? ¿Por qué no buscar empresas excelentes a precios razonables allá donde estén?
Error 9. Mirar al pasado; El poder de las megatendencias
Las cosas que los seres humanos usamos y valoramos cambian con las épocas. Si algo es constante en la historia es precisamente el cambio. Por si fuera poco el cambio se acelera de manera que no solo se cambia sino que se cambia cada vez a mayor velocidad. Desde el invento del ferrocarril a contar con una red que uniese las ciudades mas importantes pasó un siglo, la electrificación del mundo llevó 50 años, internet se implantó en apenas 20 años y la telefonía móvil pasó de ser una rareza para ejecutivos a estar en el bolsillo de cada persona (incluidas aquellas que viven en los países más pobres) en apenas 10 años. No es una percepción tuya; las cosas van objetivamente cada vez más rápido.
Si bien es cierto que tecnología se acelera, podrás pensar que hay cosas que permanecen más o menos constantes. Por ejemplo, las personas seguimos necesitando comer, dormir, ir de un sitio a otro, tener un techo, etc. de una manera muy similar a la de hace 200 años. Cierto.
Resumiendo la situación, hay aspectos de nuestra sociedad y forma de vivir que cambian relativamente poco mientras que en otras áreas se suceden cambios muy profundos y de manera acelerada que están transformado radicalmente el mundo que conocemos. A estos cambios profundos y de largo recorrido se les suele denominar megatendencias y serían como los vientos dominantes de los mares.
Al igual que no conviene ignorar los vientos dominantes sino aprovecharse de ellos para llegar lejos con un velero, igualmente haremos bien en ser conscientes de los procesos de cambio más intensos en el mundo. Algunas de estas megatendencias serian:
- El envejecimiento de los países occidentales
- La explosión demografía en Africa
- La digitalización de todo
- La biotecnología y búsqueda de mejor salud
- La inteligencia artificial
- La descarbonización de la energía
- La concentración de población en ciudades
- El desplazamiento del centro de gravedad del mundo hacia Asia
CONSEJO: Cuando nos planteemos invertir en una determinada empresa o sector a través de un fondo/ETF debemos preguntarnos antes como le afectará a esta inversión el cambio acelerado en el que estamos inmersos ¿esta inversión se verá favorecida por los cambios ya en marcha? ¿Se trata, por el contrario, de una necesidad muy básica de las pocas que permanecen más o menos constantes? ¿Se alinea con una o varias megatendencias? No hay respuestas fáciles pero el hecho de hacérnoslas reducirá nuestros errores.
Error 10. No poner dinero en aquello que me gusta como consumidor
Recuerdo haber leído al gran gestor y filósofo de la inversión Peter Lynch, cuyos libros recomiendo encarecidamente, recomendar al inversor estar atento a aquellos productos y servicios que él mismo compra; investigar después que empresa los pone en el mercado y, si los números no contienen ninguna bandera roja, poner a las acciones de estas empresas en la lista de la compra junto con los productos que fabrican.
De haber seguido este consejo en 2008, cuando harto de tener un pc portátil que me daba un problema tras otro decidí cambiar de bando y pasarme al mundo Mac, debí investigar a la empresa que había detrás. Debí al menos poner en acciones de Apple el mismo dinero que puse cuando compre mi primer Mac de sobremesa, un libro sobre OSX para dummies y, posteriormente, un IPod nano. Al fin y al cabo si yo fui capaz de hacer el cambio y quedé más que contento con el mismo ¿por qué no pensar que muchas más personas estarían haciendo lo mismo? De haber invertido en acciones se Apple en 2008 no quiero ni saber el retorno que habría tenido pero a buen seguro que habría sido una de mis mejores acciones multiplicando varias veces el dinero invertido.
CONSEJO: Mira lo que compras con ojos de inversor. Si eres fiel a un producto o servicio o te notas encantado cada vez que adquieres determinado artículo investiga un poco que empresa hay detrás. Es más que posible que sean buenas candidatas a entrar en tu otro carrito de la compra, es decir, en el carrito de la compra de tu cartera de inversión.
Error 11. Comprar “trampas de valor”
El A,B,C de cualquier inversión es buscar activos (acciones, pisos, plazas de garaje, obras de arte, etc..) que estén infravaloradas en relación con su potencial para invertir en ellas, esperar a que con el tiempo muestren ese potencial y beneficiarse de ello. Parece sencillo pero si lo fuera medio mundo sería rico y no es el caso.
Uno de los errores que podemos cometer es detectar una empresa que consideramos tiene un gran valor y que se encuentra muy barata tan solo para asistir como con el paso del tiempo su valoración sigue bajando y bajando ¿Por qué ocurre esto? Evidentemente, la realidad es que estaban así de baratas por algún motivo al que en su momento no prestamos suficiente atención. Este tipo de empresas se denominan en el argot inversor “trampas de valor”. Veamos un ejemplo que como aficionado a la fotografía me es especialmente familiar.
La empresa que el señor Eastman Kodak fundó en 1.888 fue durante más de 100 años el referente y líder indiscutible de la imagen. ¿Que empresa hizo posible las imágenes tomadas en la Luna por el Apollo XI? Kodak. ¿Las películas con las que se grababan la mayoría de los largometrajes de Hollywood? Kodak. ¿Quién inventó la tecnología OLED? Kodak.
Tras más de un siglo de crecimiento, en la primera década del siglo XXI Kodak poseía centenares de patentes, algunas de ellas en la incipiente tecnología de fotografía digital de la que fue pionera y aunque seguía siendo la número uno sus acciones se encontraban baratas. Pues bien, quién buscando comprar barato empresas con potencial adquirió acciones de Kodak en los primeros años del siglo se encontró con que la centenaria compañía quebró en 2012 superada por otras empresas que habían apostado más fuerte por la imagen digital.
CONSEJO: Tarde o temprano todos terminamos metiéndonos en alguna trampa de valor porque ninguno somos infalibles y el futuro se resiste a ser previsto así que lo mejor (y lo más difícil) es admitirlo cuanto antes y salir. También es una de las razones por las que debemos diversificar.
Error 12. Entrar en una sociedad como socio minoritario
Este consejo no va dirigido a inversiones en bolsa sino a participación en sociedades conjuntamente con otros socios. Ya sabes, cuando amigos o familiares te proponen entrar como socio en algún tipo de sociedad. Una buena manera de pasar de empleado a empresario, si, pero cuidado con cometer el error de quedar arrinconado.
Vamos a ver un caso ficticio a modo de ejemplo: Luis, Antonio y Susana deciden formar una sociedad para montar y gestionar una pizzería en su localidad así que cada uno pone un 33,3% de capital inicial y dan de alta una SL. Luis tiene un trabajo por cuenta ajena así que queda como socio capitalista. Susana y Antonio, además de inversores trabajarán en la pizzería y cobrarán un sueldo por ello. Al final de cada año, los beneficios se repartirán en tres partes. Luis recibirá la tercera parte de los beneficios al igual que Antonio y Susana que, además, han cobrado su salario todo el año ya que están en nómina de la propia sociedad. Todo ok ¿verdad?.
Tras dos años la pizzería va muy bien y se ha generado una cantidad de beneficio. Los socios se reúnen y por votación se aprueba no repartir el beneficio en forma de dividendos sino usarlo para abrir una segunda pizzería. Toca esperar pero la cosa pinta bien.
Al final del cuarto año, con dos pizzerías abiertas y llenándose casi cada día, al parecer los beneficios son mínimos ¿? y se decide dejarlos como una pequeña reserva. No obstante, Antonio y Susana han cambiado de coche, visten mejor y sus últimas vacaciones fueron a un destino exótico. Luis comienza a no verlo claro ¿que está pasando? Pues sucede que los salarios de Antonio y Susana los deciden los administradores y ellos, sumando votos, son mayoría así que pueden fijarlos como crean oportuno igual que al tener la mayoría de acciones pueden tomar otras decisiones relativas al negocio. Luis se encuentra en minoría de voto, con un capital que apenas le rinde y que tan solo puede vender en la práctica a Antonio y Susana.
CONSEJO: Si entras en una sociedad que sea al menos con el 50% de los derechos de voto o, si ello no es posible, asesórate con un gestor experto que te ayude a definir los estatutos de la empresa de una manera tal que tus derechos como inversor queden convenientemente protegidos. No confíes en que la amistad con tus socios hará todo fácil y deja las cosas atadas por escrito antes de embarcarte.
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