miércoles, 17 de noviembre de 2021

Mis errores en 20 años de inversión (I)




Leer y formarse es importante tanto para invertir como para cualquier otra actividad. Los buenos libros son insustituibles. No obstante, también se puede aprender de la experiencia de otros o, incluso de la experiencia de uno mismo. Estos últimos días he hecho un ejercicio de repaso mental para responder a la siguiente pregunta: Con lo vivido en mis, aproximadamente, 20 años invirtiendo en bolsa ¿qué le diría mi yo actual a mí yo de hace 20 años para ponérselo un poco más fácil?


El resultado de esta auto-pregunta es un total de 12 auto consejos. No está sacado de libros ni de entrevistas ni de un canal de YouTube sino de errores que en mayor o menor grado he cometido yo mismo. Este listado es la condensación de mis propias experiencias.



Error 1 Seguir la locura del momento


Cada época tiene sus modas, algunas de las cuales se transforman en locuras colectivas. Es algo que va con el ser humano en sociedad; ha pasado y seguirá pasando cuando ya no estemos.  No es tan difícil reconocer una moda y menos identificar una locura colectiva a poco que uno esté un poco atento. Lo que no resulta tan fácil es evitarla y no dejarse arrastrar por ella. Pero estamos hablando de inversiones y no de ropa de vestir o de estilos musicales así que ¿cuales son las señales de una locura colectiva? A continuación relaciono algunas de ellas:


  • Parece dinero fácil.
  • Muchos conocidos tuyos dicen estar ganando mucho dinero y alardean de ello.
  • Aparece en la TV y prensa con frecuencia.
  • Representantes de esta inversión se vuelven populares, publican libros y no paran de dar    entrevistas. 
  • Se detecta un miedo a no estar ahí (en inglés, FOMO: Fear Of Missing Out).
  • Algunas personas piden préstamos para invertir en ese activo
  • Hay un sentimiento de que “esto es diferente y lo va a cambiar todo”


Si bien no todo lo popular ha de terminar necesariamente en desastre, si que conviene mantener cierta precaución ante este tipo de señales porque en el pasado muchos inversores se han visto atrapados al dejarse arrastrar por activos que presentaban varias de estas señales. Una escueta muestra de locuras inversoras que a todos nos suenan puede ser la siguiente:


  • Los tulipanes en holanda, 1634-1637
  • La fiebre de la South Sea Company en Inglaterra, 1720-1750
  • Fiebre del oro en Alaska, finales del siglo XIX
  • Empresas .com en el mundo, 1998-2000
  • Boom inmobiliario, parte del mundo, incluida España, 2003-2008
  • Forum filatélico, España, 1986-2006
  • ¿Criptomonedas?, 2011 en adelante 


Una reflexión, si la mayoría de las personas hubieran encontrado en determinada inversión la solución que los hubiera convertido en millonarios de repente, la mayoría de las personas serían ya millonarias y eso no es lo que ha sucedido ni sucederá jamás. Por ello…


CONSEJO: atento a las locuras colectivas y en el caso de invertir en algo que muestre señales de serlo (si realmente lo es o no solo se sabrá a posteriori) seamos prudentes y no comprometamos una parte significativa de nuestra cartera.


Error 2.  Cortar ganancias pero no pérdidas


Nuestra actitud en los mercados, sobre todo cuando comenzamos suele estar guiada más por las emociones que por el conocimiento. De aquí se deriva un error clásico que aunque es fácil de comprender resulta mucho más difícil de implementar. Es bastante evidente que una buena práctica cuando compramos y vendemos acciones es:


Cortar pérdidas y dejar correr las ganancias 


Sencillo ¿verdad? pues muchos inversores entre los que me incluyo en alguna ocasión hemos hecho exactamente lo contrario, es decir: Cortar ganancias y dejar correr las pérdidas.

¿Por qué sucede esto? La razón es puramente emocional. Cuando compramos una acción y ésta tiene altibajos pero se va poco a poco al Sur nos cuesta reconocer que nos hemos equivocado; con cada pequeño rebote creemos ver la prueba de que finalmente teníamos razón  y la cotización por fin va a darnos alegrías. Nos cuesta vender con pérdidas porque tenemos un sesgo de evitación que hace que nos sea muy doloroso hacerlo ¿que hacemos en su lugar? esperar … y ver como la cotización cae más y más. 

Por el lado contrario, cuando una acción sube nos entra el miedo ¿y si cae y pierdo lo que voy ganando? Mejor no soy avaricioso; el último euro que lo gane otro; vendo ahora y ya puedo decir que le gané dinero. Error.


CONSEJO: En cada compra marcar un límite de pérdidas (un 10, un 15, un 20%, el que nosotros queramos pero con firmeza). Si la acción cae ese porcentaje, vender sin mirar atrás. Atención, esto solo es válido cuando lo que cae es esa acción y no el mercado en su conjunto. La razón está en que si cae todo el mercado no nos hemos equivocado al seleccionar sino que estamos sufriendo la volatilidad del conjunto. Sin embargo si lo que cae mucho es una determinada acción pero el mercado en su conjunto no cae significa que algo (que seguramente desconocemos) está afectando a nuestro valor. En 9 de cada 10 veces, pasado un tiempo se termina sabiendo la razón de esa fuerte caída pero para entonces, si no vendimos, será demasiado tarde.

Por el contrario, si una empresa en la que creemos sube hay que dejarle subir. Cada cierto tiempo podemos hacernos la pregunta: a este precio y con las perspectivas que tiene ¿sigue siendo una buena inversión? si la respuesta es que sí, mantén.



Error 3Invertir en acciones de empresas cíclicas


Esto es algo más técnico pero vamos allá. Antes que nada ¿qué es una empresa cíclica? Es aquella que por la naturaleza de su negocio está sujeta a oscilaciones muy importantes en sus beneficios a lo largo de los años. Lo vemos mejor con unos ejemplos.


Empresas NO cíclicas: las eléctricas, de alimentación, una gestora de servicios públicos, etc.


En las empresas no cíclicas las ventas y los beneficios no varían mucho de un año a otro. Es posible que sean ascendentes si la empresa lo está haciendo bien en un sector en crecimiento o  puede que sean más o menos estables (si la tendencia es claramente a la baja es mejor ni considerar comprarlas). De una eléctrica como Iberdrola podemos esperar un ligero incremento de los Kwh facturados de un año para otro. No sucede que tenga unos años con apenas Kwh suministrados y otros en los que multiplique varias veces esa energía vendida.



Empresas cíclicas: mineras, fabricación de papel, fabricación de acero, etc.


En las empresas cíclicas el precio (y por tanto el importe de las ventas) de lo que producen oscila fuertemente. Por ejemplo, un mineral puede tener durante años un precio muy bajo lo  que llega a provocar la arruina de muchas mineras. Las que sobreviven invierten poco ya que apenas cubren costes. En esta situación la oferta de ese mineral desciende hasta un punto en el que cuando la demanda se incrementa no es posible satisfacerla con las minas en operación. Los precios comienza a subir y siguen subiendo; las mineras que han sobrevivido comienzan a pasar del infierno al cielo y ganan muchísimo dinero. Se abren más minas y tras unos años el mercado se inunda de ese mineral lo que hace que los precios se hundan y el ciclo se repite una y otra vez.


¿Cuál es el problema de las empresas cíclicas? pues que hay que ser muy experto en su campo en concreto para saber exactamente en que parte del ciclo está y que es lo que sucederá en el futuro. Son acciones poco predecibles y lo que es peor, engañosas. ¿Dónde está el engaño? Pues que cuando uno mira los beneficios de una empresa cíclica y los ve por las nubes comparados con su precio, llega a la conclusión de que la acción es una muy buena compra pero suele suceder que, simplemente, estemos en la parte alta del ciclo. Tras un tiempo esos beneficios se desploman y el precio de la acción les sigue y el inversor novato se rasca la cabeza sin entender nada. Pero… ¿no estaba super barata? ¿Por qué cae? arggggg.


CONSEJO: A menos que seas un experto en el campo de trabajo de la empresa en cuestión; (lo suficiente para tener certeza de si en los próximos 5 años la empresa va a ganar poco o mucho dinero) es mejor no tocar estas empresas cíclicas.



Error 4Tratar de adivinar lo que hará el mercado


Hay un dicho anónimo en inglés que expone en brillantemente este consejo. Dice algo como esto:

You win money not by timing de market but by being time in the market


O lo que es lo mismo: no se gana dinero tratando de adivinar lo que hará el mercado sino estando mucho tiempo en el mercado. 

 

En un mundo inundado de noticias que nos llegan por todos los canales posibles es fácil dejarse llevar por la avaricia cuando las cosas pintan bien o por el miedo cuando pintan mal. Los medios de comunicación nos arrojan los peores augurios y nos muestran en tiempo real todas las crisis pero a renglón seguido nos maravillan con un nuevo invento, proyecto o acuerdo que promete revolucionar el mundo tal como lo conocemos. Ante ese aluvión de información lo natural para cualquiera que se interese por los mercados financieros es proyectar hacia el futuro aquello que se le presenta.


¿Que crece la tensión bélica en Asia? Pensamos que las bolsas caerán

¿Que Tesla desarrolla una batería milagrosa? Nos ilusionamos ante la nueva era que se abre

¿Que una epidemia asola el mundo? Huimos de la bolsa 

¿Que se firma un súper acuerdo mundial de lo que sea? La cosa pinta bien

¿Una central nuclear tiene un accidente? A vender todo que vienen curvas


Podría seguir hasta el infinito pero creo que se capta la idea. La realidad es que el futuro depende de tal cantidad de parámetros interconectados y azarosos que nadie puede predecirlo. Nadie. Como mucho será posible dibujar escenarios genéricos que solo el tiempo se encargará de confirmar en qué grado se parecen a la realidad.


Por el contrario, lo que sí sabemos es que desde que el ser humano apareció en este planeta hasta la fecha, con sus altos y sus bajos, el progreso y desarrollo de la humanidad han sido una constante y puesto que la bolsa es el reflejo de las actividades creadoras de valor de millones de personas, estar ahí en el largo plazo nos ofrece mayor posibilidad de beneficio que ir entrando o saliendo en función del miedo o ilusión colectiva del mes.


CONSEJO:  Básicamente, estate invertido todo el tiempo y no trates de predecir lo que harán los mercados el año que viene. Ok, puedes incrementar algo tu liquidez tras años de subidas o reducirla (por invertir más) tras años de vacas flacas o durante fuertes caídas. Es decir, es correcto hacer retoques a la estrategia de manera contracíclica pero solo eso, retoques. Una estrategia ganadora muy difícil de mejorar consiste en invertir X cada mes, todos los meses y mantener esa dinámica, sin tocar lo invertido, durante años o décadas.




Error 5Comprar sin mirar las comisiones


Este error es bastante simple y aunque no es de los más graves si podemos tenerlo en cuenta ¿por qué no hacerlo? Se trata de dejarse el menor dinero posible en el camino de construcción de nuestra cartera de activos. Para ello conviene considerar lo siguiente:


  1. Usar un banco/ broker con comisiones bajas. En general, los bancos generalistas (los de toda la vida) suelen tener comisiones más altas en su área de inversión. Esto se traduce, bien en un cargo simplemente por el servicio, bien en costes de compra/venta elevados. Por el contrario los brokers especializados suelen tener comisiones más bajas.



  1. Si hay un coste fijo por operación, no hacer operaciones muy pequeñas. Resulta evidente que si el broker nos cobra X€ por operación cuanto más baja sea la operación más alto será el porcentaje del coste. Imaginemos que el coste de una compra o venta es de 6€. No es lo mismo pagar esos 6€ por una operación de 60€ (coste del 10%) que por una de 6.000€ (coste del 0.1%).


CONSEJO:  Aunque estés muy acostumbrado a tu banco, compara sus comisiones con otras opciones y en el caso de que haya diferencias significativas considera abrir cuenta en una entidad fiable con comisiones más bajas.



Error 6Fondo de emergencia excesivo 


Cuando uno comienza a formarse financieramente uno de los primeros consejos que recibe es crear y mantener un fondo de emergencia. Es decir, ahorrar una cantidad de dinero y mantenerla parada en un cuenta corriente de manera  que si surge cualquier gasto imprevisto no tengamos que tocar nuestras inversiones o, peor aún, necesitemos recurrir al crédito.


Se trata de un consejo sensato, de eso no hay ninguna duda y por tanto no lo cuestiono. Mas bien haré una matización o, mejor dicho, una adaptación a la realidad europea. Y es que la mayoría de manuales de cultura financiera provienen de Estados Unidos y allí por sus particulares circunstancias mantener el equivalente a 12 meses de salario o más en una cuenta corriente puede resultar totalmente recomendable. No olvidemos que en Estados Unidos:


  • No hay indemnización por despido o es muy baja
  • No hay seguridad social
  • El coche es prácticamente una necesidad


Una norteamericano ha de mantener, por tanto, una reserva mayor ya que su red de seguridad es menor. Por el contrario, en Europa en general y en España en particular la red de protección social es más amplia y en consecuencia no haría falta mantener tanto dinero parado en una cuenta corriente.


Lógicamente, cada uno de nosotros tiene sus circunstancias y sus preferencias así que no hay una cantidad correcta y una incorrecta. No obstante, considero que podemos reducir ese fondo de reserva en cuenta corriente a bastante menos de lo que se aconseja para los norteamericanos. De esta manera no tendemos tanto dinero improductivo. En caso de necesidad siempre podremos recurrir a vender una pequeña parte de nuestras inversiones.

 

CONSEJO:  No mantener cantidades demasiado grandes de dinero en cuenta corriente ya que ahí no genera rendimiento. Se puede admitir hacer algo más de liquidez en momentos con señales de excesos en los mercados aunque ya sabemos que tratar de predecir los mercados es algo realmente difícil. 



Fin de parte I

No hay comentarios:

Publicar un comentario